UNA REALIDAD:DE DOCENTE A PARTICIPANTE EN UN CENTRO DE EDUCACIÓN ALTERNATIVA

Agustina Quispe Macias

En cada gestión educativa, cada Centro de Educación Alternativa(CEA), en el marco de las ofertas educativas que ofrece en Educación Humanística para obtener el bachillerato y Educación Técnica Tecnológica Productiva con variadas carreras con acreditación a nivel técnico básico, técnico auxiliar y técnico medio, recibe en sus espacios educativos a una diversidad de participantes/estudiantes mayores de 15 años.
En el área de educación humanística generalmente se inscriben los participantes/estudiantes adolescentes, jóvenes y adultos que tienen el deseo y/o la necesidad de culminar sus estudios para obtener el título de bachiller, ya sea para continuar estudios superiores, para conservar una fuente laboral o para reconocimiento social.
En el área de Educación Técnica Tecnológica Productiva los participantes son heterogéneos, quienes acuden son adolescentes, jóvenes , adultos y adultos mayores, desde el vecino , ayudante de talleres mecánicos, albañiles, asistentes, egresados de institutos superiores, profesionales universitarios , maestros de educación regular y otros grupos que tienen el interés de complementar, adquirir y actualizar sus capacidades en carreras técnicas como mecánica automotriz, mecánica industrial, secretariado ejecutivo, idioma inglés, belleza integral, fisioterapia, veterinaria y una gama de carreras que ofrecen los Centros de Educación Alternativa. Su objetivo es mejorar sus condiciones de vida, condiciones laborales y económicas.
Maestros que también aprenden: docentes bolivianos en educación alternativa
Cada noche, después de desarrollar procesos educativos en las unidades educativas, cientos de docentes en Bolivia se sientan del otro lado del aula como participantes/estudiantes en los Centros de Educación Alternativa. Insertos en un subsistema que les ofrece la oportunidad de completar estudios, acceder a formación técnica o actualizar sus conocimientos.
Esta realidad, poco visibilizada, revela el compromiso de maestras y maestros que, a pesar de las dificultades económicas o laborales, no abandonan su deseo de superación. En lugar de conformarse, se inscriben en programas de educación alternativa que les permiten mejorar su formación y, al mismo tiempo, brindar una enseñanza de mayor calidad.
Docentes que se forman para transformar
Otros docentes, ya titulados, acuden a los CEA para fortalecer habilidades prácticas que les permitan generar ingresos extra o responder a necesidades de su comunidad educativa. Muchos docentes del Subsistema de Educación Regular obtienen la acreditación y certificación para ingresar como docentes en el Subsistema de Educación Alternativa y Especial, y tiene la oportunidad de aportar en la formación técnica y en la generación de emprendimientos productivos que son parte de una solución a problemas sociales y económicos del país.
Aprender para enseñar mejor
Lejos de ver su participación como una debilidad, estos maestros entienden que seguir aprendiendo es una forma de dignificar su profesión. Muchos de ellos enfrentan jornadas dobles, escasez de recursos, largos traslados y responsabilidades familiares. Aun así, asisten con puntualidad y entusiasmo a sus clases como estudiantes. Son dignos se aplaudir por su esfuerzo y voluntad.
Además, su ejemplo tiene un efecto multiplicador: inspiran a sus colegas, motivan a los padres de familia y, sobre todo, enseñan a sus propios estudiantes que nunca es tarde para aprender.
Desafíos estructurales
Si bien la presencia de docentes en educación alternativa es positiva, también pone en evidencia carencias estructurales: la baja calidad inicial en la formación docente en algunas regiones, una visión corta en las necesidades en el mundo laboral, poco o casi nulo estudio de mercado laboral y que como consecuencia las Escuelas Superiores de Formación de Maestros no responden a la necesidad del mundo laboral, la falta de acceso temprano a educación de calidad y la escasa inversión estatal en desarrollo profesional.
Los docentes participantes de la educación alternativa no piden privilegios, sino condiciones dignas para estudiar: horarios flexibles, acceso a material pedagógico, y una mayor valoración institucional a sus esfuerzos.
Es plausible desde todo punto de vista el gran esfuerzo de muchos docentes que asisten a los CEAs y que desarrollan la construcción de conocimientos de manera consiente.
Sin embargo, sin ánimo de crucificar, mucho menos de generalizar a los y las docentes que estudian en los CEAs, lamentablemente existen también docentes que a título de ser profesionales piensan y actúan de manera ilógica exigiendo se les certifique por haber asistido sólo 3, 4 o hasta 6 días en el mes, olvidándose de la conciencia y el rol que jugarán en los Centros de Educación Alternativa al ser designados como docentes en las compulsas, este grupo no desea una formación con calidad ,sólo persigue la certificación,atreviéndose incluso a expresar que entre maestros se deben colaborar y se les debiera certificar sin mayor esfuerzo, son los que más excusas exponen a la hora de asistir a las clases, en algún caso incluso muestran actitudes agresivas al hacerles comprender que no se les puede certificar sólo por el hecho de que son docentes, se quejan cuando se les exige y a ello responden que sólo vienen a los CEAs por el certificado, no exigen calidad. Estos mismos docentes lamentablemente son los que hacen quedar mal a los CEAs, cuando ya son docentes designados las quejas de los estudiantes son recurrentes, indican que su docente no conoce el área y para recompensar realizan actividades poco productivas hasta pasar el tiempo hablando de sucesos de la vida personal, con lo que los participantes se van decepcionados y van abandonando , lo que se convierte en una de las muchas causas de abandono y retiro de las carreras técnicas, este mismo hecho se hace eco en los estudiantes/participante y como consecuencia de esta actitud los Centros de Educación Alternativa pierden credibilidad y generan mala imagen lo que repercute negativamente. Por este tipo de acontecimientos se maneja un dicho muy popular: “En los CEAs se enseña como sea”. Es el lado triste de esta realidad de docentes que son estudiantes/participantes en los CEAs.
Conclusión
En Bolivia, ser maestro y estudiante al mismo tiempo no es una contradicción. Es una muestra de compromiso, resiliencia y amor por la educación. Los docentes que participan en la educación alternativa nos enseñan con el ejemplo que aprender es un camino que no termina nunca, y que enseñar con humildad y preparación es el acto más noble de todos. También es una cara que se muestra como un problema estructural del Sistema Educativo en Bolivia.